ELABORACIÓN
1. Pelamos las gambas rojas y reservamos (si utilizamos langostino, recomiendo que quiten el intestino del crustáceo por si llevaran algo de tierra.
2. Con las cabezas de las gambas rojas hacemos un fumet (las cocemos y sacamos el mayor jugo posible para posteriormente utilizarlo en la salsa que vamos a preparar)
3. En un sartén echamos un buen chorreón de aceite y damos vueltas a las gambas rojas hasta que cambien de color, una vez lo hayamos conseguido, añadimos el coñac para flambearlos, una vez flambeadas reservamos las gambas rojas.
4. Cortamos las cebollas muy picaditas y las echamos en la misma sartén donde hemos las gambas rojas, pochamos la cebolla, así conseguimos que la cebolla se impregne de todos esos sabores que nos han dejado las gambas rojas y su flambeado.
5. Cuando observemos que la cebolla se ha pochado, añadimos las cucharadas de tomate frito natural.
6. Mientras estos ingredientes se van integrando, picamos los ajos tomamos un mortero donde haremos un majado con los ajos, las almendras y las avellanas.
7. Añadimos esta mezcla en la sartén donde hemos dejado la cebolla pochada, introducimos las gambas rojas, y el fume que realizamos con las cabezas de las mismas. OPCIONAL (Añadir el vino blanco)
8. Dejamos cocer durante unos minutos, si vemos que la salsa se nos queda un poco liquida, le añadimos el ingrediente secreto, una galleta María, en mi caso utilizo media Perrunilla de un pueblo con mucho encanto de la sierra de Huelva, Alájar.
Solo queda añadir el perejil para darle un poco de color y a empatar.
La salsa esta para chuparse los dedos.
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